Espinacas.



Para mis amigos.
La espinaca es una planta comestible de color verde oscuro que se cultiva durante todo el año.
Interesante su consumo debido a su riqueza en Vitaminas A y E, yodo y varios antioxidantes. (Y si no que se lo pregunten a Popeye).
Es una de las verduras que más habitualmente encontramos congelada.
Yo pretendía emplear espinacas frescas, pero mi veterana amiga Rosario (que es la autora de la receta) me recomendó espinacas congeladas y ésas son las que hemos cocinado.
Ingredientes:
2 paquetes de 400 gr. cada uno de espinacas congeladas. 250 gr. de garbanzos. Medio bollo de pan (si es atrasado mucho mejor). 1 cabeza de ajos. 1 cucharada sopera de pimentón dulce. Otra de especias reunidas. 1 guindilla (pequeña). 2 hojas de laurel. 1 cucharada sopera de vinagre. Aceite de oliva virgen extra y Sal.
Elaboración:
Los garbanzos hay que ponerlos en remojo la noche anterior o emplear garbanzos ya remojados que encontraremos con facilidad en el mercado.
En una cacerola con agua ponemos a hervir los garbanzos y cuando estén tiernos los reservamos.
En el mismo agua ponemos a cocer las espinacas durante 10 minutos aproximadamente, no hace falta descongelarlas previamente y también las reservamos  una vez escurridas, guardando un cazo del caldo que emplearemos más adelante en el majado.
En un perol con abundante aceite freímos el pan separando la miga de la corteza, también freímos los ajos (la mitad pelados y la otra mitad con su piel) y las hojas de laurel.
Apartamos lo frito y en el mismo aceite, ponemos la cucharada de pimentón y seguidamente para que no se queme, agregamos las espinacas y los garbanzos, ponemos sal, la guindilla y rehogamos.
Retiramos las hojas de laurel que ya han dado su gustito.
Mientras, vamos a hacer el majado: en el vaso de la batidora ponemos la miga de pan frita, 4 dientes de ajos crudos y pelados y otros cuatro fritos, la cucharada de especias surtidas, la cucharada de vinagre y el cazo de caldo que teníamos reservado de la cocción de las espinacas.
Una vez bien triturado lo añadimos a las espinacas, removemos, probamos de sal y seguimos cocinado a fuego bajo hasta que las espinacas estén terminadas.
Adornamos con los costrones de pan frito y los ajos fritos con su piel.
A disfrutar de este plato muy popular y famoso como tapa en muchos bares de Sevilla.
Un abrazo.
                     Pepe Atalaya.

Sevilla, 19 de Septiembre de 2013.-










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